Baila, ríe y canta, cuéntale al mundo que estás feliz que
tienes ganas de vivir. Analiza punto por punto tu vida, como se desarrolla, a
donde te diriges y con quien. Descarta cada una de las cosas que te hacen daño,
que te hacen sentir mal, deja solo los recuerdos de tardes, mañanas y noches en
las que la locura invadió tu cabeza y te olvidaste de que existe la tristeza.
Ayer tu te obligaste a llorar yo hoy te propongo que cambies de filosofía, a
partir de ahora tu alma y tu cuerpo es una casa en la que las únicas normas son
sonreír constantemente, y solo abrirle la puerta al amarillo de aquel sol que día
a día nos demuestra que estará allí siempre para recordar que el mundo gira y
nosotros con el que tú decides cuando brilla y cuando no, tú decides tu rutina
y como escaquearte de las malas vibraciones del tablero de la vida.
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