martes, 10 de julio de 2012

OTRO VERANO QUE GUARDAR EN EL RECUERDO.


Llega el calor y con él, las sonrisas, las calles cálidas llenas de niños que corretean alrededor de nosotros, fue duro decirnos adiós en invierno pero aquí estamos no? Es verano y a vuelto la ilusión, las ganas de vivir han aflorado de manera casi impensable, es momento de compartir y de huir del miedo de huir de lo que nos hace daño. En todo este tiempo pensé que nunca volverías, pensé que nuca volveríamos, pero también es cierto que  pensé que tú te acordarías de mi, y en lo cierto estaba, no en todo pero si en pequeños pedacitos, tengo miedo no puedo mentir, tengo miedo de volverte a perder, aunque si te soy sincera en estos momentos no quiero tenerlo, voy a saltar el precipicio, lo saltaré por ti y si, espero que abajo haya un millón de flores que no me dejen resbalar y volver  caer, que no me dejen fallar y sueño con que en el fondo de aquella agonía de la caída te encuentre recogiéndome, mirándome a los ojos como tú solo sabes hacer y con ese brillo inconfundible que podría separar océanos y calmar tempestades. Creo que pido demasiado, pero supongo que la parte de mi que he pensado y te ha echado de menos todo este tiempo se lo merece, asique ya te digo que esto simplemente la promesa firme de que nunca, nunca me abandones, algo grande muy grande pero a la vez tan pequeño que podría caber en una minúscula cascara de nuez.